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Dejamos de lado el frío del invierno para abrirnos a la primavera que brota en nuestro interior y nos hace ver que nosotros somos luz. Nuestra amiga Cristina vuelve a dirigir la meditación con la que iniciamos la semana en Proyecto Mariposa y nos invita a reinventarnos bajo la esencia pulsante de toda la vida que nos rodea 

 

En Primavera brota más luz. En Primavera la luz nos bendice con su presencia y nos abre el camino hacia nuevas experiencias.

La luz de la primavera nos despierta y nos prepara para acoger más vida.

La luz en primavera nos habla de nueva vida.

Después de los despojos del otoño y de la recogida e interiorización del invierno, la primavera viene a plantearnos nuevos planes, nuevos retos, nuevas expansiones. Una nueva aventura en la vida.

La primavera despierta y enciende en nosotros nuevos fuegos, nuevos impulsos, nuevas frecuencias de vida que vienen a perturbar y a renovar el pasado orden en el cual habíamos vivido en el año anterior. 

Una nueva vida se despierta dentro de nosotros y nos invita a reinventarnos bajo sus impulsos y sugerencias.

¿Cuál será mi actitud?

¿Cómo voy a acoger y vivir esta revolución interior y entregarme a estas vivencia que deshacen, anulan, borran y vacían mis antiguos referentes de sus significados?

¿Cómo voy a reaccionar ante el hecho de que me siento como un extranjero frente a esta vida que pulsa dentro de mí y que no reconozco?

En primavera la gran vida se abre a través de toda forma de vida, ya seamos humanos, animales, plantas o tantas otras realidades. 

La gran vida, esa pulsación de la vida. De toda vida. Esencia pulsante en toda forma de vida, lanza su llamada para una nueva expansión de su presencia de vida en todos los reinos.

Nosotros, árboles humanos, vivimos esta transformación desde lo más profundo de nuestro ser, al compás y al unísono de una nueva expansión de su presencia en vida de todos los reinos.

¿Qué entrega, qué consciencia presto a esta PROFUNDA Y AUTÉNTICA LLAMADA DE RENOVACIÓN, QUE ME LANZA LA LUZ PRIMAVERAL QUE SE ENCIENDE EN MÍ?

¿No será el momento de abrirme a la luz primaveral que hay en mí y de reconocer que lo que llamo “mi caos” y al cual resisto tanto, es la profunda e interna repercusión de la llamada, de la luz de la primavera que enciende mi ser y mi esencia? 

Para mi mayor bien, ¿no me convendría imitar el árbol de mi jardín y reconocer que mi vida y la suya, mi desarrollo y el suyo, van de la mano y son los frutos consentidos, tanto por él como por mí, a la renovación que se inicia e impulsa en toda forma de vida la luz, la nueva expresión de la luz que llamamos primavera? 

 

 

Para mi mayor bien, como para él, ¿no es este el momento de aceptar y acoger que nuestras expresiones y manifestaciones en vida, como seres humanos, son los frutos que consentimos procrear con la gran vida?

Para nuestro mayor bien, que estos tiempo de primavera nos lleven a coger mucha pero mucha nueva vida en nosotros.

Gracias y con amor.

Cristina.

 

 

Visto en: Viajes al Corazón. 

 

 

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