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Siempre nos acompaña y nos da las respuestas para las preguntas que no sabemos contestar. Esta semana, nuestra compañera y amiga Cristina se asoma a nuestro interior para descubrirnos el alma y para hacer que confiemos en ella

 Mi alma”. Qué importantes y fundamentales son para mí, en mi vida cotidiana, estas dos palabras y su sonido. “Mi alma”. Cuando estoy perdida, cuando le falta sentido a mi vida. Cuando me duelen mis roces con los demás.  Tú, “mi alma”. Cuando te llamo y me abro a ti,  de inmediato te haces más presente y te manifiestas en forma de palabras y  de sensaciones  que me tranquilizan , me apaciguan desde lo más profundo de mi ser, de mi materia sensible y humana. Entonces, ya no estoy sola frente a mi reto vital. 

Sin ti, sin tu luz, no sabría perdonar ni levantarme y seguir avanzando sonriendo. Gracias a ti,mi vida, gracias a ti, “mi alma”.

Yo soy la voz de tu vida, la que permite y facilita la conexión. Soy el amor y la aceptación a lo que, humanamente, sería insoportable e imposible de acoger y vivir como tu vida”.

Nada en tu vida se desarrolla como estaba pensado por tu mente y tu conciencia humana. De la misma forma, nadie se comporta o actúa como esperas. Y allí, estoy yo. Yo, tu alma, para acompañarte, guiarte y ayudarte a vivir aceptando los acontecimientos que suceden en tu vida, las propuestas y actuaciones de los demás que por automatismo rechazas y condenas y frente a los cuales te cierras y quieres huir. 

“Amor”. Hemos venido a esta vida para abrir y aceptar lo planteado como propuesta de vida. A cada paso que damos por la gran vida y su plan mayor, en el cual hemos aceptado ofrecer nuestra total participación antes de incinerarnos en esta vida actual.

Aceptar fundirte en las propuestas de vida y de desarrollo que te ofrece un continuo vivir. La gran vida, a través de tu realidad humana, no es renunciar a vivirte, no es tampoco olvidar y borrar tus sueños y deseos humanos.

Aceptar y consentir estas llamadas de tu vida es, ante todo, caminar en conciencia y por elección propia, un nuevo camino de vida en la tierra. Este caminar despierta en ti, consintiendo la apertura a una nueva conciencia sobre quién eres y tu papel aquí en la tierra.

Así, cada reto que te lanza la vida, en tu día a día, es una invitación a salir de la conciencia de que la vida te ves adversa y peligrosa. Desde sus solicitaciones, la vida, tu vida, te invita, te empuja a actuar a partir de una nueva conciencia; la de un ser perfecto, completo, divino, que ha escogido participar activamente, y a diario, en la emergencia de una nueva humanidad.

Este nuevo hombre pisa y viven en la tierra para escribir amándose y superándose; para escribir un nuevo capítulo de la historia, de la presencia de la humanidad.

Somos tú, tu alma y yo. Actores en vida de esta nueva etapa de la humanidad que se despierta aquí, en la tierra, poco a poco. 

Participamos tú, tu alma y yo, junto a muchos más, en alabar esta nueva etapa de la humanidad que se despierta en la tierra poco a poco.

Por esto, nosotras y vuestras almas nos acompañamos de nuestros murmullos, de nuestras voces, de nuestros gritos, en nuestra manera de cumplir con nuestros compromisos.

Nuestra forma de participar en el nacimiento de esta nueva conciencia de un humano divino es facilitando y guiando nuestras vivencias en esta nueva expansión de la vida en la tierra.

Asumimos con vosotros la responsabilidad de la realización de esta obra.

Somos uno en este nuevo reto de amor total a la vida, sea cual sea su nivel de expresión o de encarnación.

Os queremos plenamente en cada situación y vivencia.

Somos parte de vuestra esencia. Somos vida de vuestras vivencias. Somos apoyo y fuerza para cada uno de vosotros en cualquier situación. 

Te quiero, amor mío. Tú, mi vida en vida aquí, en la tierra.

¿Cuándo lo vas a aceptar, cuándo te lo vas a creer?

Relájate en mí. Descansa en mi amor.

Te quiero mi vida. Confía en mi. No te cierres.

Espera. No te precipites al actuar y al reaccionar. Déjame llenarte de mí. Déjame llevarte hacia una nueva sensibilidad. Ten fe en nosotras. Entrégate y respírame.

Paciencia. Acógeme. Yo, tu alma, soy tu vida en su nueva expresión.

Te quiero. Te quiero. Te quiero totalmente.

Yo, tu alma.

Gracias mi alma, gracias mi vida.

Con amor.

Cristina.

 

 

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