La gestión de las emociones

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Las características de la sociedad en la que vivimos, dominada por la individualidad y el materialismo, ejerce una presión sobre nuestras vidas, alejada de valores esenciales como la tolerancia, amabilidad, solidaridad…Lo que nos lleva a plantearnos nuevos paradigmas  en la educación, con los que conectar con nuestro verdadero ser y cultivar valores como la empatía, compasión, para enriquecernos y crecer juntos a un nivel integral y holístico.

Es desde la educación donde se va formando la personalidad del individuo, por lo que  consideramos se hace necesaria la puesta en marcha de programas y recursos donde trabajar estos valores y atender las necesidades de este colectivo, no solo a nivel de conocimientos, sino que abarque al ser humano en todas sus facetas: físico, mental, psicológico y espiritual.

Si comparamos el perfil  del alumnado de hoy con el de hace décadas, observamos como en la actualidad presentan mayores problemas relacionados con la impulsividad, la capacidad de atención y concentración, menor tolerancia a la frustración y escasa valoración del esfuerzo; lo que repercute en el aprendizaje, en el rendimiento académico, en la motivación y conductas disruptivas.

En los últimos años se ha podido comprobar por parte del cuerpo docente como ha habido  un aumento en los niños y adolescentes, en la dificultad del manejo de sus emociones y pensamientos, repercutiendo en su salud integral (física, mental,  emocional y de las relaciones). El bajo control de impulsos la falta de paciencia, carencia de autocontrol es algo cotidiano y con frecuencia significativo. Repercutiendo todo esto en un mayor número de trastornos infantiles como TDH-H y trastornos del estado de ánimo (ansiedad, depresión).

Es por ello que se hace necesario e importante crear dentro del sistema educativo, espacios de calma donde facilitar el autoconocimiento y favorecer el entrenamiento en técnicas, herramientas y recursos que favorezcan el desarrollo integral de la persona.

Para conseguir dicho objetivo consideramos la práctica de Mindfulness un recurso básico, herramienta para el desarrollo de un proceso de crecimiento integral, para el cultivo de la introspección y aprender a estar en contacto consigo mismo y conocer su mente. Así como la necesidad de cultivar la espiritualidad en esta sociedad materialista, donde el consumo de ansiolíticos, antipsicóticos y antidepresivos es alto en la población adulta , niños y adolescentes.

Mindfulness está fundamentado e inspirado en la meditación Vipassana (Buda), que se ha venido practicando durante milenios en Asia, sobre todo en la India, donde surgió. Enseñanza que procede del budismo, doctrina filosófica de 250 años antes de Cristo. El término es una traducción de la palabra Sati, en Pali, idioma en que se registraban las enseñanzas de Buda y significa intención, atención pura, recepción y presencia del corazón. 

Jon Kabat Zinn nacido en Nueva York de ascendencia judía, es el creador de un programa llamado”MBSR”reducción del estrés basado en Mindfulness en la Universidad d Massachusetts, (científico y profesor de dicha Universidad). Kabat Zinn lo define como: “prestar atención de manera intencional al momento presente, sin juzgar”. 

En sí, Mindfulness es Atención Plena (A.P) consciente. Una forma saludable de relacionarse con uno mismo y con los demás y de sentirse conectado con la realidad. El Mindfulness además de A.P es un conjunto de técnicas, ejercicios y actividades que facilitan acceder a la atención centrada en las actividades cotidianas. Aprendiendo a cultivar la conciencia de la mente y el cuerpo para aprender a vivir en el “aquí, ahora” desde la aceptación y compasión.

El Mindfulness se compone de:

– Práctica formal, (meditación): parar cada día de forma intencionada durante 15 a 45 minutos, centrando la atención en la respiración. También se puede meditar andando, poniendo el foco de atención en el caminar en sí, meditación de pie, tumbado, Yoga…

– Práctica no formal: ser conscientes en cada momento  de lo que hacemos en la actividad cotidiana, estar presentes en cada actividad, sin dejar que la mente vague, saboreando la comida, ducha…Más  es fundamental la práctica formal para poder integrar la A.P. en la cotidianidad, centros educativos, hogar…

Estas técnicas nos permiten ser conscientes de nuestros pensamientos, sentimientos, percepciones, dándonos tranquilidad y libertad interna. Para ello se requiere de espacios de calma donde conectar con nuestro ser y cultivar lo interior, para una mejora de las relaciones interpersonales, cultivando valores como la empatía, compasión, solidaridad tolerancia para crear juntos y enriquecernos  a un nivel integral y holístico.

Mindfulness en la educación.

Con fines educativos, esta herramienta tiene como objetivo que el alumnado pueda lograr un estado de calma y consciencia que le ayude a un mejor autoconocimiento, autorregular sus emociones , sentimientos, conductas y ser más consciente del presente, de cada momento para aprender mejor y conseguir un mayor bienestar y felicidad.

 Ocho actitudes para una práctica fructífera del Mindfuness:

  • No juzgar ni a mí ni a los demás, ni a la experiencia. Lo que es.
  • Paciencia. Calma, calma, calma. Requiere bondad y compasión.
  • Curiosidad y mente de principiante. Experimentar como si fuera la primera vez.
  • Confianza.. Desarrollar la confianza en uno mismo, sentimientos.
  • No esforzarse. Implica practicar el ser en vez del hacer, soltar la tensión
  • Aceptación. Fluir en la vida, aceptar lo que es y como es.
  • Soltar. Nos aferramos a las cosas, a las personas, pero es una ilusión, todo es impermanente.
  • Compasión. Actitud amorosa y cordial sin exigencias. Observar lo que nos toca vivir.

Con la práctica continuada, dentro y fuera del aula, se va integrando la A.P., según vamos quitando el ruido mental (preocupaciones) y se va llenando el espacio con actitudes como la compasión, tolerancia, altruismo, en definitiva el amor.

 Beneficios de la práctica de la meditación centrada en la respiración:

  • Mayor oxigenación de las células  y eliminación de toxinas del cuerpo.
  • Mejora del sistema nervioso y reducción  del estrés, ayuda a conciliar el sueño…calidad
  • Relajación del cuerpo.
  • La mente se calma. Se reducen los niveles de ansiedad y los pensamientos negativos.
  • Mejora la concentración y reacciones impulsivas.
  • Facilita aceptar el mundo interior, sin reprimir, ni negar nada

Efectos positivos de la Práctica de Mindfulness con evidencias científicas.

  • Incremento de la creatividad (Franco 2009).
  • Mejora del rendimiento académico (León 2008).
  • Autorregulación emocional (Lee 2008).
  • Modificación de conductas agresivas (Singht e9) t al 2008).
  • Mejora de la percepción de autoeficacia, del humor y calidad del sueño (Coldewell et al 2010).

También hay capacidades afectadas de forma positiva por dicha práctica en niños, adolescentes y docentes. 

    Niños y adolescentes.

  • Empatía.
  • Reducción de pensamientos negativos y obsesivos.
  • Descenso en los niveles de frustración.
  • Autonomía.
  • Autorregulación de la conducta.
  • Metacognición.
  • Control global ejecutivo.

     Docentes.

  • Reducción del estrés y la ansiedad
  • Mejor respuesta ante situaciones de tensión emocional.
  • Gestión de las propias emociones.
  • Resiliencia.
  • Reducción de niveles de burnout.
  • Mejora de la sensación de autoeficacia.
  • Mayor autoestima.
  • Salud física.
  • Iniciativa de motivación en el aula.
  • Motivación hacia la tarea docente.

Todo esto nos lleva a concebir el centro escolar como un lugar de formación para el alumnado, profesorado, maestro y familia, integrando a todos los agentes  educativos en colaboración, para una educación integral del ser humano en todas sus facetas: física, psicológica y espiritual favoreciendo  un mejor desarrollo y adaptación al medio y las relaciones con él. Incidiendo de forma significativa en la salud de todos los colectivos y en la sociedad. 

Para completar el escrito sugiero ir al enlace y ver el video que se titula: “ Los secretos de una larga vida”  

Por Patrocinio Gutiérrez, psicóloga clínica. 

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